Una Sonrisa
Comentario de hola-felicidad: Hijo hace más de 8 años tu madre nos abandonó, si algun día ves a una de estas madres llorando devuélveles aunque sea...Una Sonrisa.
Hijo mío, te
has despertado nuevamente en ésta noche oscura en el que reina solamente el
silencio de los grillos, sollozando y con algunas lágrimas en tus ojos. ¿Solo
porque crees haber oído a lo lejos a una mujer buscando a su hijo?
Déjame
narrarte algunas leyendas que se han
contado cientos de veces y que en realidad nunca supe como terminaron.
Dicese de una
mujer que por alguna razón desde muy
joven, botó a su hijo dejándolo abandonado en su casa mientras que ésta
disfrutaba de los placeres de este
mundo.
También se
dice que otra mujer perdió a su bebe mientras buscaba algo que comer en el
botadero de basura de Río Azul a finales
del siglo pasado, ésta dejó un momento a su hijo sobre unos escombros y cuando
regresó su hijo ya no estaba, le llamaban "Unica"
Además el rió
Virilla también esconde su historia de aquella mujer pequeña y atormentada que
se llamó Elvira y de ahí el diminutivo de su nombre Elvirilla.
El mar
golpeaba los riscos en esas noches oscuras de octubre y cerca de él, estaba aquella cabaña si es que puede llamarse de algún modo a ese tugurio, donde vivía aquella mujer que tiró
al mar en una pequeña barcaza a su pequeño hijo y que después…observaba como
las olas retiraban de su vista al pequeño que lloraba amargamente.
Confundida
llena de temor y mojada por el mar, regresó a su cuarto y se tiró en aquellas
cuatro tablas que tenía como cama y en las noches cuando apenas intenta cerrar
sus ojos escucha el llanto de su hijo que la llama desconsoladamente allá a lo
lejos.
Se oyen las
risas de un niño que está allá acostado y feliz, se ve juguetón levanta sus
manitas pidiendo que lo alcen y lo mimen y nuevamente aquella mujer se
despierta, regresa al mar y se pone feliz por que ve que la ola se lo devuelve,
pero al intentar atraparlo… el mar lentamente lo retira de vista y de sus brazos.
Lo abraza, lo
lleva en su zurrón, juega todo el día con él, lo acaricia, lo mima y es feliz así
de cualquier modo y todos los que la
ven, saben que lo que lleva en su mochila y a veces abrazado y con una sonrisa,
es solamente una muñeca de trapo que encontró en el basurero.
Recuerda
a su hijo cuando apenas era un niño y a sus seres que le amaron y ya no están, los
busca en su pensamiento disfruta de ellos... se despierta solo para darse cuenta que lo ha
perdido todo.
Hijo mío, se
dice que… estas mujeres buscan desconsoladamente a sus hijos; si algún día
alguna mujer te pide que le ayudes a buscar a su hijo, devuélvele amablemente aunque
sea… Una sonrisa.
Texto y Foto de ; HOLA-FELICIDAD Escrito a mi hijo en el 2006
Autor: Carlos Villalobos
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